What's up, handsome?

Una nueva expresión se ha apoderado del otrora alicaído género televisivo de los shows de chismes - gossip talk shows - en el mundo entero: "salir del clóset". La idea es norteamericana, siendo la metáfora en español plagio flagrante de aquella: "to get out of the closet" significa justamente reconocer - o hacer reconocer en cámara - la condición (homo)(bi) sexual de una celebridad, con el propósito de alimentar una polémica altamente rentable hoy en día en términos de publicidad y marketing. La expresión ha derivado - asimismo - en ramificaciones que rondan esta idea para explicar, por ejemplo, la calidad de reprimido/a sexual - uncloseted. El ejercicio, si bien ocioso y rallano en la deficiencia mental, no deja de ser atractivo. Así, y de la misma forma como se exhorta - i.e. obliga - a los famosos a reconocer sus perversiones sexuales, podríamos exigirle asimismo a aquellos personajes que-no-son-de-carne-y-hueso - como los dibujos animados - a abrir sus expedientes sexuales al escrutinio público: ·Bugs Bunny: un típico caso de un desorden de identidad sexual. Un transexual en potencia, que disfruta de la compañía masculina del pato Lucas o Elmer el cazador mientras viste provocativos atuendos femeninos. Aprobamos aquí plenamente una petición de SRS - cirugía de reasignación sexual, o en inglés sex reassignment surgery. ·Bluto, Popeye y Olivia: un trío bastante interesante. Bluto y Popeye compiten por el amor de Olivia, quien - si bien al parecer demuestra mayor predilección por Popeye - no esconde su rubor ante los piropeos de Bluto. Los dos marines, en tanto, descargan toda su testosterona en ganar la atención de la chica anoréxica, y han de necesitarse en todo momento: sin Bluto, Popeye no puede pretender impresionar a Olivia levantando automóviles todo el tiempo - aburrido. Proponemos un menàge a trois. ·Superman, Batman y otros superhéroes que gustan de vestir mallas ajustadas en vivos colores: no dejan de ser épicas sus luchas contra fornidos contricantes por preservar el orden normal del universo o el imperio de la ley en la sociedad humana; mas la motivación sexual es subyacente: con novias conocidas sólo cuando adoptan sus falsas identidades, deberían reconocer de una vez por todas su homosexualidad en público, sin tapujos. Ello también ha de aplicarse para aquellos superhéroes que se valen de compañeros - o sidekicks - todo el tiempo. [to be continued]